LAS ONGS QUE TRABAJAN EN EL MEDITERRÁNEO REAFIRMAN LA NECESIDAD DE UN ACUERDO EUROPEO PARA EVITAR MÁS MUERTES

El Máster de Cooperación al Desarrollo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha celebrado la jornada “Crisis en el Mediterráneo” con la colaboración de Médicos Sin Fronteras (MSF), la Comisión Europea de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Open Arms. El evento, organizado por la directora del Máster e investigadora de la UMH, Lucy Parker, supuso una muestra de la realidad que viven a diario tres de las organizaciones que trabajan para garantizar los derechos de las personas que migran a través del Mediterráneo. 

El acto, que significaba la inauguración del nuevo curso académico del Máster de Cooperación al Desarrollo, fue iniciado por el rector de la UMH, Juan José Ruiz, quien puso de manifiesto el compromiso de la universidad pública hacia la realidad intercultural y social de su entorno. “El mar, que tantas veces ha unido culturas, no debe de convertirse en un sinónimo de rechazo, trabajemos juntos para dar respuesta a esta crisis humanitaria”. En su intervención, Ruiz también destacó la importancia de los estudios del Máster de Cooperación al Desarrollo para formar a profesionales que ayuden a comprender y gestionar situaciones de emergencias, como la que está ocurriendo a el Mediterráneo central. 

 

 

Situación de emergencia

 

El Mediterráneo contabiliza, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, 2.300 personas fallecidas durante 2018 y 909 hasta finales de agosto de 2019. Ante estas cifras, la directora de Políticas y Campañas de CEAR, Paloma Favieres, ha presentado cómo han cambiado las rutas a las que se ven obligadas a cruzar las personas migrantes. Como Favieres indica, “rutas cada vez más peligrosas”. No obstante, también señala que la disminución de las llegadas se debe a que la política europea tiene el fin de impedir la arribada de personas refugiadas, “lo que está haciendo Europa es externalizar la frontera y que el trabajo ‘sucio’ lo hagan terceros países como Turquía y Libia, países que desde nuestro punto de vista, no respetan los derechos humanos”. 

Ante la situación que se está dando actualmente, donde varias de las personas que llegaron en el barco Aquarius en 2018 se les ha denegado el asilo, Favieres recalca que desde CEAR continuarán solicitando que se respete la Ley de Asilo y que se proponga un permiso por razones humanitarias

La criminalización que han impuesto a las ONGs algunos de los estados europeos ha provocado que las cientos de organizaciones y personal voluntario que se encontraban realizando la acogida de personas refugiadas no puedan ofrecer esta ayuda humanitaria. Entre las escasas entidades que todavía están presentes en el Mediterráneo se encuentra Open Arms, organización que nació en 2015 para colaborar en el rescate marítimo de las personas que se encontraban naufragando. Manuel Hervás y Joaquín Acedo son dos de los voluntarios que han participado como socorristas en estas acciones. 

Durante su presentación, Hervás ha destacado que el fin de la organización es paliar la inacción de los gobiernos en cuanto a sus funciones de salvamento marítimo en sus costas. El voluntario considera que la falta de comunicación oficial que existe respecto a la situación que se vive a diario en el Mediterráneo central se debe a que “a los gobiernos no les interesa que la sociedad sepa que seguimos haciendo rescates y que la problemática sigue latente”. 

Por otro lado, Joaquín Acedo ha realizado una exposición detallada de cómo trabaja y se coordina el equipo para ejecutar los rescates marítimos. Acedo explica que, a diferencia de los rescates que se realizaban en las costas griegas, donde trasladaban a las personas a los puestos de otras ONGs que les prestaban toda la ayuda necesaria, en el Mediterráneo central, tras realizar el rescate, el equipo tiene que mantener a salvo la vida de todas las personas durante las horas y los días necesarios hasta tener la autorización de desembarcar en puerto seguro. 

La crítica situación que se está dando en el Mediterráneo central llevó a MSF a participar en el rescate marítimo. “Si hubiese un mecanismo de rescate y salvamento se evitarían las muertes en el Mediterráneo Central”, Milagros Font, Delegada de Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Región de Murcia de MSF, defiende la posibilidad de acabar con esta trágica situación. Durante su intervención, Font también ha explicado la decisión que tomó la organización internacional tras el acuerdo que la Unión Europea realizó con Turquía, “ese acuerdo supuso una línea roja cruzada, por ello rechazamos los fondos públicos de la UE y de sus estado miembros”. La posición actual de MSF en Grecia se encuentra alejada de los centros de recepción, “nos dimos cuenta de que estos centros son realmente de detención, por ello nos dedicamos a cubrir las necesidades sanitarias de las personas refugiadas fuera de los campamentos”. Una actuación sanitaria especializada en la salud mental de las más de 15.000 personas que se ven obligadas a sobrevivir en las islas griegas.

Pese a la cruda realidad expuesta por los ponentes que han participado en la jornada, todos quisieron acabar con un mensaje de esperanza, aludiendo a la necesidad de que la ciudadanía no siga permitiendo que los estados sigan tomando medidas que atenten contra los derechos de las personas migrantes