Iris Fernández acompañada de sus amigos frente a su facultad

Me motivó cambiar de ambiente y aprender a ser más independiente, vivir nuevas experiencias. Elegí Siena, además de por ser una ciudad muy bonita, pequeña e internacional, por el plan de estudios. Cuando te seleccionan siempre surge la duda de si estarás preparado, pero las cosas salen incluso mejor de lo que te imaginas.

Adaptarse es la clave: la nueva cultura, facultad, el clima y los horarios pueden ser un poco estresantes al principio, pero todo pasa. En Siena las  clases son muy teóricas y hay exámenes orales.

Vivía en una residencia de estudiantes, muy cercana al comedor y a la facultad, donde conocí nuevas culturas y aprendí mucho italiano e inglés. Acabamos siendo como una pequeña familia.

En verano la Toscana se despierta, comienzan las fiestas locales, los conciertos y en Siena la gran carrera de caballos. Este evento recibe el nombre de Palio, y es inolvidable.

Estuve solo 6 meses y repetiría.  Al volver a tu ciudad, encuentras que eres capaz de moverte y que puedes enfrentarte a lo que te propongas y la  actitud de disfrutar y de aprender se mantiene. Mi consejo es que dejéis los prejuicios a un lado; el Erasmus es para personas  curiosas: “Tú decides cómo quieres que sea”.

Iris Fernández Ruiz
Erasmus outgoing
Estudiante de Grado en Farmacia en Siena (Italia)