Carmen Aguado, sobre el programa Erasmus: «Es una experiencia que al menos una vez en la vida hay que vivir»
Mi experiencia de Erasmus comenzó un 23 de Septiembre de 2014, una aventura que jamás olvidaré. El país de destino Alemania y en concreto la ciudad de Colonia, más conocida en la lengua germana como Köln; esa ciudad con una catedral inmensa que sobrevivió a la II Guerra Mundial y una cerveza con nombre de dialecto. Daban comienzo los tres mejores meses de mi vida.
Alemania es uno de los destinos preferidos por los estudiantes; sus fiestas , sus ciudades antiguas con aires cosmopolitas, la cerveza y las salchichas… Las universidades alemanas con unas tasas de matrícula inferiores a las españolas ofrecen libertad al estudiante, quienasiste a clase al mismo tiempo que trabaja en una gran empresa. En mi caso, la diferencia respecto a la UMH erradicó en que en mi clase todos éramos estudiantes de Erasmus o de programas de intercambio. La asistencia a clase, al no ser obligatoria, era muy tenida en cuenta. Mi universidad fue la Europäische Fachhoschule (EUFH), situada en un pequeño pueblo llamado Brühl, en las cercanías a Köln.
Pero no todo son ventajas, encontrar casa fue una misión casi imposible. Los precios de las viviendas son bastante superiores a los que se pueden encontrar por aquí, y lo más probable es que tengas que compartir casa con 5 o más personas. En este sentido, yo tuve suerte porque sólo vivía con una mujer, y los fines de semana con ella y con su hija.
En conclusión, es una experiencia que por lo menos una vez en la vida hay que vivir. Sólo queda “ponerse el mundo por montera” y mirar hacia adelante.
Texto y fotografía: Carmen Aguado
Outgoing Erasmus
Estudiante de Grado en Administración y Dirección de Empresas en Colonia (Alemania)